Dicen que es peor el hambre, la miseria y la violencia, que soportar la nieve y gélidas temperaturas en sus casas de campaña ubicadas en los puentes internacionales de Ciudad Juárez.
Son cerca de 200 familias, hombres, mujeres e infantes, que han permanecido impávidos, con mucho sufrimiento, en decenas de casas de campaña junto a los puentes internacionales Zaragoza y Santa Fe, en la frontera de Juárez y El Paso, Texas.
Su esperanza es que el gobierno de los Estados Unidos acepte su solicitud de asilo político para poder trabajar ahí, y mandar algo de dinero al resto de la familia que dejaron en sus lugares de origen.
HUYEN DE LA VIOLENCIA
Procedentes de estados como Guerrero, Jalisco, Oaxaca, Veracruz, Zacatecas, Guanajuato, e incluso Chihuahua, han huido de la violencia, que en la mayoría de los casos segó la vida de alguno de sus familiares o esposos.
Tan solo en el puente internacional Zaragoza, son cerca de 150 familias que llevan varios meses instalados en casas de campañas o simples lonas como techo. Primero tolerando temperaturas sofocantes de 40 grados, y ahora, en pleno invierno, congelantes de 3 bajo cero.
Ninguno de ellos ha sido llamado por las autoridades de los Estados Unidos, y solamente conservan un número o turno que se las autoridades fronterizas mexicanas y estadounidenses les dieron como esperanza de recibir el ansiado asilo político, aunque en el último mes del año pasado no llamaron a nadie.
Muchos de ellos, han optado por cruzar ilegalmente, al descubierto, solamente para ser detenidos y con ello obtener alimento y mejores condiciones en El Paso, aunque sea encarcelados, reporta Excélsior.